(Aviso, la propuesta es muy exótica y futurista.)
Llevo semanas preguntándome si algún día se producirá una innovación inmobiliaria que nos deje a todos —de verdad— con la boca abierta. Me lo pregunto porque, de un tiempo a esta parte, las únicas noticias que leo sobre proptech hacen referencia a los eventos y conferencias de esta nueva industria o sector que entre todos hemos creado, más que a la propia transformación digital del sector.
Por ejemplo, una de las novedades más “calentitas” es que Wallapop se adentra en el ámbito de los anuncios inmobiliarios, y coquetea incluso con intermediar en la financiación de los pisos que anuncie. Esto no debería sorprender a nadie, y forma parte de un proceso que se seguirá produciendo, sin duda. Las compañías tecnológicas continuarán extendiendo sus tentáculos en todos los sectores, y el inmobiliario será uno de los principales perjudicados beneficiados.
El inmobiliario se transformará, digitalizará y robotizará, y pronto ni lo reconoceremos. Sería fácil asumir que Apple, Google, Amazon o Facebook tomarán las riendas, pero mi sospecha es que el toque de gracia nos vendrá por donde menos lo esperamos, y será una compañía que hoy día ni siquiera existe, la que ponga el sector patas arriba.

Google ya planea construir ciudades enteras…
¿Cuándo sucederá esto? Nadie lo sabe, pero sí queda claro que los mastodontes tecnológicos —y otras compañías no tan grandes— están tejiendo una red a nuestro alrededor de la que ya no podemos escapar.
Entretanto, nos hemos de conformar con las innovaciones inmobiliarias que sí controlamos y que, hoy por hoy, están a nuestro alcance. Estamos muy centrados en el internet de las cosas, los datos —big data—, las estructuras de información descentralizadas —blockchain—, el crowdfunding, la inteligencia artificial o la realidad virtual y aumentada. Todas estas tecnologías apuntan a mejorar la eficiencia en los procesos de información, construcción, financiación, compra y gestión de los inmuebles.
Ahora bien, ¿cómo y cuándo se va a abordar el principal problema del inmobiliario, a saber, el alto precio de la vivienda?
No ahondaré en ello porque existe suficiente literatura en internet al respecto, pero nadie podrá discutir que la vivienda es cara, tanto en compra como en alquiler, y que esta situación está lejos de solucionarse. Que una persona deba comprometerse durante treinta años al pago de su casa, y que tenga que dedicar a ello más del 30% de su salario, es inaceptable.
Es cierto que se están haciendo avances en el terreno de la construcción modular, pero no tengo claro que la reducción de costes que ello conlleva se traslade íntegramente al comprador, ¿Se producirá una drástica corrección a la baja en los precios gracias a las nuevas técnicas constructivas? Tengo serias dudas.
Una propuesta —muy— exótica
Recientemente discutía con un cliente —promotor inmobiliario residencial— sobre diferentes soluciones de realidad virtual y aumentada, mediante las que los compradores potenciales pueden “configurar su vivienda”, jugando y visualizando —en pantalla— diferentes materiales y acabados. Ya es posible configurar una vivienda instantáneamente mediante realidad aumentada, y ofrecer una experiencia hiperrealista e inmersiva al cliente de cómo será el producto terminado.
Me pregunto cuánto puede variar el precio de la vivienda en su conjunto, en función de los colores, los materiales y las terminaciones que se elijan. ¿Un 5%? ¿Un 10%? ¿Un 20%? ¿Más?
¿Y cómo varía el precio de un piso dependiendo de si tiene o no vistas al mar, a una zona ajardinada o a los Campos Elíseos?
Y aquí viene lo exótico de mi propuesta: imaginemos que nos entregan una vivienda con acabados y materiales muy básicos, pero con todos los elementos necesarios para hacerla funcional y operativa.
Y ahora imaginemos que, mediante realidad aumentada pudiéramos superponer cualquier capa de materiales y acabados sobre nuestra vivienda “básica”. La tecnología sería tan perfecta, que sería imposible distinguir la capa de realidad aumentada de la “realidad real”, y podríamos cambiar el aspecto interior de la vivienda tantas veces como quisiéramos, en función de nuestro estado de ánimo, o del día de la semana.
¿Por qué invertir más en puertas lacadas, o en suelos más sofisticados, si en la mayoría de los casos lo que queremos es que nuestra casa presente un determinado aspecto? Si ese aspecto lo puedo variar como yo quiera y en cualquier momento mediante realidad aumentada, ¿por qué pagar el sobreprecio?
Y olvida las abultadas gafas de realidad virtual que conoces hoy día; pronto este hardware se miniaturizará y será mucho más ligero, práctico y llevadero. Será como llevar unas gafas convencionales, o incluso unas lentillas intraoculares.
¿Pagarás también un sobreprecio por tener un piso en primera línea de playa? ¿Cuánto más estarás dispuesto a pagar?
¿Y si te dijera que, gracias a realidad aumentada, podrás disfrutar de cualquier vista desde la ventana de tu casa, independientemente del lugar en el que ésta se encuentre? Y cuando digo cualquier vista, me refiero a que tu imaginación será el límite. Podrás tener vistas al terreno de juego del Estadio Santiago Bernabéu, a la Torre Eiffel, ¡o a las pirámides de Egipto!
Si piensas que esta tecnología está muy lejana, te estarás equivocando. Aquí no existen barreras regulatorias e institucionales como hay —por ejemplo— en el terreno del blockchain. En el ámbito de la realidad virtual y aumentada dependemos exclusivamente del avance tecnológico e informático, y hay mucha gente muy capacitada empujando en esta dirección. Esto va muy rápido…
Podrás pensar que “vestir” virtualmente la vivienda que ocupas es, de alguna manera, un engaño, ¿pero no lo es también la ropa que llevamos, o el maquillaje que nos ponemos?
El siguiente vídeo expone de alguna manera el concepto, pero llevado al terreno de los coches que se utilizan en el cine. En este caso, se trata de un chasis real, sobre el que se puede superponer virtualmente cualquier carrocería.
¿No sería fantástico poder comprar una vivienda “en el chasis”, y que pudiéramos cambiarle virtualmente la carrocería cuando nos apeteciera?
Ya te dije que era una propuesta muy exótica…
Jorge es un profesional inmobiliario con más de 15 años de experiencia, especializado en innovación inmobiliaria, desarrollo de negocio y corporate real estate internacional.
Jorge también es autor de «Officeye, la Guía de Edificios de Oficinas de Madrid» y de «Blockchain para todos los públicos y sus aplicaciones en el sector inmobiliario, financiero, sanitario y cultural»
La vista de la piedra o la madera, no da sensacion de madera o de piedra.
La tecnología de realidad aumentada de materiales, podría llamarse «vinilo» y tiene un éxito limitado, porque por mucho que veas el mar la humedad de un sótano no es la del mediterráneo.
Cuanto pagarías de más por una encimera con un vinilo de imagen de mármol. O un parquet de plástico con una imagen de madera que es lo que ya ponen.
Las leyes no dejan construir barato y no hay manera de disfrazarlo.
Las casas son caras un poco porque cuesta hacerlas, pero sobre todo las que están en un sitio donde muchos quieren viivr, porque ocupan ese espacio.
Habrá que ponerle realidad aumentada también a la cañada real para que parezca puerto Banus y a sus habitantes para que parezcan de Hollywood, pero eso , no pago un euro por vivir en Matrix…
Hola Napoléon! Gracias por tu comentario. Tú no pagas ni un euro por vivir en Matrix, pero has dado en el clavo: hay que mucha gente sí podría estar dispuesta a ello. Está claro que «la sensación» de determinados materiales puede ser difícil de replicar con realidad virtual y aumentada, pero si el precio es suficientemente bueno, podría estar justificado, especialmente si vives en la cañada real. Al tiempo…
Fantastico articulo, estoy muy de acuerdo en que la solución no será una evolución de las empresas existentes si no un nuevo enfoque, pero es complicado a mi modo de ver por dos razones:
1. La cédula de habitabilidad en España te obliga a un código técnico por el que es difícil bajar de 1200 euros / m2 vendido con costes de material estructura y financieros.
2. La realidad virtual nos mostrara los Champs Elisees pero seguiremos bajando a la calle y apareciendo en Socuellamos ( Ciudad Real).
Por lo que la construcción nos marca un suelo de venta pero la exclusividad de la ubicación nos indica el techo.
Cual es la solución: La teletransportación, pero parece que estamos un poco lejos de la descomposición de la materia.
Hola Augusto, gracias por tu mensaje! Creo que algo he escrito sobre la teletransportación también… espero que cuando alguien la invente, no funcione tan mal como el puente aéreo entre Madrid y Barcelona! Saludos.
Excelente articulo y coincido también con Napoleón a mi modo de ver es difícil que la vivienda baje de precio por dos razones:
1. La cédula de habitabilidad en España te obliga a un código técnico por el que es difícil bajar de 1200 euros / m2 vendido con costes de material, generales y financieros.
2. La realidad virtual nos mostrara los Champs Elisees pero seguiremos bajando a la calle y apareciendo en Socuellamos ( Ciudad Real).
Por lo que la construcción nos marca un suelo de venta pero la exclusividad de la ubicación nos indica el techo.
Cual es la solución: La teletransportación, pero parece que estamos un poco lejos de la descomposición de la materia.
«Despilfarre un dineral en comprar vivienda, el resto lo mal gaste»